Más de dos centenares de personas se concentraron ayer en la Plaza de Alfonso XIII de Santander en respuesta a la convocatoria realizada por Cantabria por el Sáhara y Alouda Cantabria para denunciar las ilegales e injustas sentencias dictadas por el Tribunal de Apelación de Salé (Marruecos) contra veintiuno de los veinticuatro presos políticos juzgados por su participación en el campamento de la dignidad de Gdeim Izik en 2010. Las penas van de las tres de 20 años a las 8 cadenas perpetuas, pasando por cinco de 25 años y tres de 30 años. Sólo dos de los activistas saharauis están en libertad tras haber superado el tiempo de su estancia en prisión las penas que les fueron impuestas.
El acto estuvo dotado de gran colorido ya que muchos de los asistentes, entre ellos un buen número de saharauis, iban vestidos con melfa y darrah, la típica vestimenta saharaui. Sentados en el suelo y portando un cartel con las fotos de los presos y sus respectivas sentencias, o encadenados y con sus bocas selladas. Y ante todos ellos una pancarta en la que se podía leer “Marruecos nos encarcela por manifestarnos pacíficamente” y con más fotos de los presos con algunas de las frases pronunciadas por ellos como la de Mohamed Khuna Babait, condenado a 30 años: “cuando fui de tenido mi hija tenía un año. No sabe que estoy en la cárcel porque no soy un criminal. Ahora tiene 7 años”; la de Naama Asfari, condenado a 30 años: “No soy victima ni acusado: lucho por la libertad de mi pueblo”; o la de Brahim Ismaili, condenado a 30 años: “Creo en el derecho a la vida”.
Los gritos de Todos somos Gdeim Izik cesaron por un momento para dar paso a la intervención de Mueina Chejatu, Delegada Saharaui en Cantabria, que agradeció la solidaridad del pueblo cántabro y resaltó la importancia de actos como el de ayer para mantener viva la causa saharui y la moral de los presos y sus familias. Acto seguido se procedió a la lectura del manifiesto lanzado por la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS Sáhara), el mismo que se leía ayer en las concentraciones convocadas en toda España, en el que se solicitaba la anulación de los juicios y se exigía una investigación independiente, en el marco del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. El manifiesto finalizaba con la condena de las violaciones manifiestas y fehacientemente probadas de los derechos humanos y libertades fundamentales que se producen en el Sahara Occidental y el traslado de estas demandas en todas las acciones del Gobierno de España en su relación con el Reino de Marruecos.
El acto finalizó con las banderas saharauis ondeando al ritmo de los sones de Imagine y de Hallelujah
Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único.
Espero que algún día te unas a nosotros y el mundo será uno solo.