Fuente: Equipe Media
7 cadenas perpetuas y duras condenas para otros 13 procesados por el GdeimIzik
20 de los 24 presos políticos de Gdeim Izik han recibido esta madrugada duras condenas, lo que demuestra que se trata de un castigo marroquí a la resistencia saharaui.
Salé. (Equipe Media)- El Tribunal marroquí, sin pruebas contra los presos saharauis y bajo la mirada de distintos observadores internacionales, dictaminó en la madrugada de hoy miércoles 19 de julio de 2017 sentencias extremas contra 20 de los 24 activistas saharauis de derechos humanos y periodistas del grupo de Gdeim Izik.
Hoy es un día negro para la justicia universal, tras varias sesiones del juicio llevado adelante contra los presos políticos saharauis, que se inició el pasado 26 de diciembre de 2016 y considerado uno de los juicios más largos de la historia. El juicio ha sido aplazado demasiadas veces sin justificación alguna, quedando en la penúltima sesión aplazada a poco de iniciarse, se ha vivido el retiro de los presos saharauis y su defensa debido a la cantidad de irregularidades, a lo que hay que sumarle la falta de garantías procesales para llevar un juicio justo y transparente. Tras permanecer siete años en prisión y tras sufrir un anterior juicio militar, los presos de Gdeim Izik han sabido esta madrugada las sentencias dictaminada por el Tribunal de Apelación en Salé, Reino de Marruecos.
¿Pero cuál es su verdadero delito?
El único delito que han cometido los presos políticos saharauis, es la lucha pacífica por la defensa de los derechos humanos y la independencia del Sáhara Occidental. Estos activistas y periodistas defensores de los derechos humanos en el año 2010 participaron en el campamento de Gdeim Izik, organizado por la población saharaui a las afueras de El Aaiún ocupado – a unos 16 km de la capital– donde se concentraron más de 20.000 saharauis para denunciar la falta de derechos sociales, políticos y económicos, que sufren desde el año 1975 cuando el Reino de Marruecos ocupó ilegalmente el territorio saharaui. El campamento de la Dignidad fue desmantelado brutalmente por la Gendarmería y el Ejército de ocupación marroquí en la madrugada del 8 y 9 de noviembre de 2010. En ese mismo momento no sólo se impuso un bloqueo informativo para que nadie se enterara de lo que realmente sucedía, sino que se militarizó todo el territorio ocupado, y comenzó la persecución hacia los activistas y defensores de derechos humanos en el Sáhara Occidental. Lo que terminó primero con condenas elevadas impuestas por un Tribunal Militar. Tras de 7 años presos, y gracias a la presión de algunas organizaciones internacionales en el año 2016 se comenzó el juicio en el Tribunal marroquí de Apelaciones en Salé.
Pero aquellas advertencias sobre las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que sufrieron todos estos años los presos saharauis, fueron reavivadas, cuando dio comienzo en el 2017 la continuación de este juicio farsa. Comprobándose a través de los observadores internacionales que participaron en el juicio que todas las acusaciones basadas en supuestas “confesiones y declaraciones” se han obtenido bajo terribles torturas y otros tratos crueles e inhumanos por parte de las fuerzas policiales marroquíes, durante los interrogatorios. Ni siquiera los presos saben los contenidos de los sumarios. Esas violaciones contra los presos saharauis, fueron denunciadas por organizaciones internacionales como Human Rights Watch (HRW), Amnistía Internacional (AI), Centro Robert F. Kennedy (RFK) y Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura (ACAT) entre otras.
Las sentencias, que se han mantenido, oscilan entre cadena perpetua, treinta, veinticinco y veinte años de prisión.
Han sido puestos en libertad, al haber cumplido la pena impuesta por el Tribunal militar los presos políticos:
– Deich Daf: había sido condenado a seis años y medio, pero la sentencia es inferior al tiempo que ha pasado en la cárcel.
– Bakay Arabi: había sido condenado a cuatro años y cinco meses, la sentencia es inferior al tiempo que paso en la cárcel.