Todo parece indicar que el próximo encuentro de los días 5 y 6 en Ginebra auspiciado por las Naciones Unidas, entre Marruecos y el Frente Polisario, con la presencia de Argelia y Mauritania, se dispone a intentar resolver, con alguna fórmula imaginativa, el enquistado conflicto del Sahara Occidental El actual enviado personal del Secretario general de la ONU para el Sahara, Ex Presidente de Alemania, Horst Köhler, tiene el mandato del Consejo de Seguridad y de Antonio Guterres como máxima autoridad de NU, de impulsar un nuevo proceso de negociación, una nueva oportunidad, para buscar una solución negociada, sin condiciones previas, al conflicto del Sahara Occidental, intentando desbloquear el proceso de descolonización inconcluso que se mantiene desde hace mas de 40 años y poner fin al actual «status quo».
El problema principal ha sido la falta de voluntad clara y contundente del Consejo de Seguridad a la hora de aplicar sus Resoluciones, no la escasez de soluciones innovadoras. Durante siete años, el conflicto puso a prueba la imaginación y la paciencia de James Baker, enviado personal del Secretario general de la ONU al Sáhara Occidental entre 1997 y 2004. Baker perdió la confianza de Marruecos en enero de 2003, cuando propuso una solución basada en un referéndum que habría de votar entre la integración, la autonomía y la independencia. El siguiente enviado personal, el diplomático holandés Peter Van Walsum, solo duró tres años. Perdió la confianza del Polisario al sugerir que la opción de la independencia, aunque era aceptable según el derecho internacional, debería descartarse ya que el Consejo de Seguridad no iba a obligar a Marruecos a aceptarla o consentirla. Luego, el enviado de la ONU al Sáhara Occidental, el ex diplomático norteamericano Christopher Ross, designado por Ban Ki-moon en enero de 2009, sufrió un destino similar a sus predecesores explorando un inexistente intersticio entre Marruecos y el Polisario, no tuvo éxito y dimitió también, tras haber realizado varias reuniones para discutir las nuevas propuestas realizadas por las partes en 2007.
El actual mandato del Consejo de Seguridad es encontrar una solución políticamente aceptable por ambas partes, que permita la autodeterminación del Pueblo saharaui. Este mandato ha hecho que muchos observadores no salgan de su perplejidad… ¿Cómo pueden las partes llegar a un acuerdo para aplicar la doctrina de la autodeterminación?… Marruecos rechaza la opción de la independencia y quiere que su propuesta de autonomía se acepte como base de las negociaciones, descartando por tanto la independencia. El Polisario ha expresado su firme compromiso de cooperar con el nuevo emisario de la ONU para buscar una salida a la cuestión de descolonización que se rige por el principio de autodeterminación en el último territorio africano reconocido como «No Autónomo» por las NNUU.
Estas posiciones mutuamente excluyentes están reforzadas en el nivel regional y el internacional. Aunque Francia, el mejor aliado de Marruecos, y otros países que le apoyan, como España, no reconocen formalmente la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, creen que una retirada forzada de Marruecos del territorio desestabilizaría a este país «amigo». Sin embargo, Marruecos se ha cerrado a si misma las puertas a cualquier solución de compromiso, rechazando otra solución distinta de la anexión.
Existe un clima creciente de búsqueda, singularmente entre Argelia y Marruecos de dialogo en la región, que debe animar al Gobierno español a implicarse más para encontrar, cuanto antes, una vía de resolución pacífica para el conflicto. La cuestión sufre un largo bloqueo con graves consecuencias en las difíciles relaciones entre los mismos países de la región, teniendo como telón de fondo el contencioso del Sahara Occidental, que afecta directamente a la política exterior del estado español en referencia con la estabilidad y desarrollo del Magreb.
Conviene no olvidar que en 1991 se firmó un «alto el fuego» entre el Frente Polisario y el Gobierno marroquí, con la mediación de la ONU y la Unión Africana (UA), tras una guerra de 16 años. La intención era aplicar un Plan de paz y hacer un referéndum de autodeterminación en el plazo de un año, lo que fue aprobado por unanimidad en el Consejo de Seguridad.
Desde sus inicios, la resistencia y unidad del Pueblo Saharaui fue, es y será, no solamente una reivindicación justa, sino también una lucha legítima. Así es hoy y así seguirá siendo porque se basa en los principios básicos de autodefensa y en el derecho que asiste a cada pueblo de defenderse con todos los medios a su alcance, frente al que ocupa su tierra ilegalmente, frente a quienes violan sistemáticamente los derechos humanos de personas civiles, se benefician de los recursos naturales del Sahara, en contra de todas las Resoluciones de las Naciones Unidas y de la Unión Africana, y de las últimas sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Ya en la Resolución 34/37 de la 75 Asamblea de Naciones Unidas, en sesión plenaria del 21 de noviembre de 1979, «pedía encarecidamente a Marruecos que participe también en la dinámica de paz y ponga fin a la ocupación del Territorio del Sahara Occidental. Recomienda a tal efecto que el Frente Popular para la Liberación de Saguia el Hamra y de Rio de Oro, representante del pueblo del Sahara Occidental, participe plenamente en toda búsqueda de una solución política justa, duradera y definitiva de la cuestión del Sahara Occidental, de conformidad con las Resoluciones y recomendaciones de las Naciones Unidas, de la Organización de la Unidad Africana y de los países no alineados. Deplora profundamente la agravación de la situación como consecuencia de la persistente ocupación del Sahara Occidental por Marruecos y de laampliación de esa ocupación al territorio recientemente evacuado por Mauritania». Han pasado casi 40 años de esta resolución y Marruecos sigue ocupando el Sahara Occidental.
40 años son suficientes de injusticia, dolor y exilio, es urgente buscar la forma de celebrar un referéndum permitiendo al pueblo saharaui ejercer democráticamente su derecho a la libre determinación, de conformidad con los principios y objetivos de la ONU, y así puedan volver a su Territorio, el Sahara Occidental.
José Taboada Valdés,Negociaciones Frente Polisario-Marruecos
Presidente de la Coordinadora Estatal de Solidaridad con el Sahara
CEAS Sahara