Desde hace unas semanas el Parlamento Europeo se ha convertido en un foco mediático a nivel europeo, debido a los presuntos casos de corrupción por parte de algunos de los miembros de dicha institución europea y, lo que inicialmente fue etiquetado como “QatarGate”, ha acabado extendiéndose en los mismos términos, aunque desafortunadamente con consecuencias distintas a Marruecos.
Es sobradamente conocido desde hace décadas en los ambientes diplomáticos, el uso que Marruecos ha realizado tanto de personas como instituciones, organizaciones y empresas para condicionar posicionamientos políticos a favor del reconocimiento de su ilegal ocupación del territorio del Sáhara Occidental. A favor, según su terminología “ de la defensa de la integridad territorial del Reino”.
Para ello, y especialmente desde hace más de una década en lo que respecta a la Unión Europea, han sido numerosas las campañas de lobby, conferencias y actividades llevadas a cabo en las dependencias europeas en defensa de la vulneración del Derecho Internacional.
Numerosos lobistas, personas y entidades participaron en la campaña de “blanqueamiento” de la ilegal ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos ante las instituciones europeas. Mientras, las mismas, no solo no actuaban en aras de restaurar la legalidad, sino que presuntamente como se ha hecho público de manera reciente, participaban -a través de personas implicadas- en la consolidación de la ocupación a cambio de ingentes cantidades de dinero.
Ante estos hechos, las personas demócratas, las defensoras del Derecho Internacional, las defensoras de los derechos humanos, no podemos permanecer impasibles.
La lucha del pueblo saharaui no es solo por la justicia, la paz y el Derecho Internacional, sino también contra la mentira, el engaño y la compra de voluntades por parte del régimen marroquí de personas sin escrúpulos que, por un lado, modifican decisiones y acuerdos que perpetúan la ocupación del Sáhara Occidental y, por otro, ponen en tela de juicio los valores y principios de casi todas las instituciones de la organización supranacional europea.
Por todo lo anterior, y en nombre del pueblo saharaui, desde CEAS-Sáhara EXIGIMOS:
- Disponer de toda la información referente a este grave suceso que menoscaba de manera directa la confianza en las instituciones europeas, particularmente la del Parlamento Europeo.
- Adoptar los mecanismos necesarios para evitar que se repitan sucesos de tal gravedad en términos penales y democráticos en las instituciones que conforman la Unión Europea.
- Llevar a cabo una investigación exhaustiva de las relaciones entre Marruecos y los eurodiputados, en especial de aquellas personas que han intervenido en decisiones de suma relevancia para Marruecos como la aprobación de los acuerdos entre Marruecos y la Unión Europea y que incluían el territorio del Sahara Occidental en contravención de la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
- El respeto y la ejecución por parte de las instituciones europeas, Gobiernos nacionales, organizaciones, entidades y empresas de las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en relación con los recursos naturales del Sáhara Occidental.
CEAS-Sáhara