Este pasado fin de semana desde el aeropuerto de Alicante han partido hacia los campamentos de refugiados de Tinduf los casi cuatrocientos niños y niñas saharauis que han pasado los meses de julio y agosto con familias castellano-manchegas.

Se van con la alegría del rencuentro y los equipajes llenos de regalos para sus familias biológicas, además de un montón de experiencias  vividas y compartidas a lo largo del verano, pero también con la tristeza de las despedidas de sus familias españolas.

Vuelven al desierto donde viven, al desierto de “La Hamada” el más inhóspito del mundo,  donde vive una gran parte de la población saharaui desde hace más de 40, desde que España abandonara a su suerte el Sahara Occidental, la última colonia española, y Marruecos la ocupara de forma ilegal con el beneplácito  de la comunidad internacional. Aún hoy el Sahara Occidental sigue siendo, según Naciones Unidas, 1 de los 17 territorios autónomos  existentes en la actualidad pendiente de descolonización. Los y las saharauis llevan esperando más de 40 años la celebración de un Referéndum que les permita decidir cómo y dónde quieren vivir.

Hasta cuándo este refugio, hasta cuándo esta privación de libertad, hasta cuándo las miles de familias separadas por un muro de 2.700Km., hasta cuándo las violaciones de DDHH, hasta cuándo las condenas ilegales, hasta cuándo el expolio de los recursos naturales del Sahara Occidental.

Y, a pesar de todo, el Pueblo saharaui sigue resistiendo de forma pacífica… y nosotras y nosotros  resistiendo junto a ellos/as. NUNCA CAMINARÁN SOLOS.

¡¡SAHARA LIBRE!!