Si tuviésemos que poner un calificativo a la conferencia telemática, celebrada el pasado día 7, éste sería sin duda “enriquecedor”.
Dicha conferencia daba comienzo con la intervención de Maite Isla, responsable del área de mujer en CEAS, en la que además de los agradecimientos pertinentes, presentaba a las mujeres que le acompañaban.
A continuación, Ainhoa García, en tareas de moderación, nos explicó como sería el desarrollo de la conferencia (orden de las ponencias, duración de las mismas, turno de preguntas, etc.).
La primera ponente fue Naziha Hamadi El Jeir. Nahiza, que es diplomada en ciencias empresariales por la UA. Contable y técnico de eventos benéficos en la Asociación de Mujeres afectadas por Cáncer de Mama, nos decía en su reseña: “Sueño con la libertad de mi pueblo, y que las mujeres siempre podamos elegir libremente nuestras decisiones”.
Comenzaba su intervención poniendo como ejemplo a Sultana Jaya, para continuar poniendo de relevancia el trabajo de las mujeres en los campamentos a lo largo de cinco generaciones. Naziha, que participó en el programa “Vacaciones en Paz”, resaltó que este programa le ha permitido tener dos culturas y dos visiones sobre la vida, además de aunar a sus dos familias, la saharaui y la española, en la misma lucha.
Terminaba su intervención afirmando: “El objetivo de la mujer saharaui es la lucha por conseguir la independencia, estemos donde estemos, así ha sido a lo largo de la historia del pueblo saharaui y así seguirá siendo hasta alcanzarla”.
La siguiente ponente, Aicha Ali Salem Salem, es graduada por la Universidad de Murcia en Marketing y miembro de la junta directiva de Juventud Activa Saharaui.
Nos contaba, que ella, llegó a España con sus padres a la edad de cuatro años y se ha criado aquí, pero que es saharaui y aunque sus padres le han educado en valores, “sales y ves otra realidad”, “lamentablemente, creo que somos un pueblo condenado a estar separado y esto significa estar influenciados por otras culturas. Esta generación de jóvenes saharauis de ahora, presenta una gran pluralidad social que tiene un carácter muy positivo para la causa y para el futuro del pueblo saharaui. Es importante impulsar acciones conjuntas”.
Finalizaba asegurando que la lucha de sus madres y abuelas, generaciones que les han precedido, ha permitido a las jóvenes saharauis ser más fuertes y estar más formadas.
La tercera en intervenir, Emlajut Said Majlul, es trabajadora social y vicepresidenta de la Asociación ARENA, con la que ha llevado la gestión de microcréditos para mujeres en los campamentos. Participa con Málaga Acoge, que es una asociación de ayuda a personas inmigrantes y, además, es madre de tres niñ@s de 11, 7 y 1 año.
Majot, nombre con el que se la conoce, al igual que Naziha, llegó a España a través de VeP, cuando tenía 8 años, ponía énfasis al hablar de la valentía de las madres saharauis que a pesar de quedarse con el “corazón encogido” dejan ir a sus hijos e hijas a otro país, en el que puedan formarse y tener otras posibilidades. Mi madre me dijo: “Pero no te olvides de que nosotras estamos aquí”.
A lo largo de sus años de formación en España, Majot, sintió y sigue sintiendo impotencia y rabia, al ver que la historia del Sáhara, tan vinculada a la de España, no aparece en ningún libro, y cómo los Gobiernos, sobre todo el de España por su responsabilidad, no hacen nada para que el pueblo saharaui salga de esta situación. Todo esto le da fuerzas para levantar más la voz.
También aviva esa fuerza, la situación que viven las mujeres en los territorios ocupados, viviendo con el opresor, torturadas, violadas, forzadas a estar en sus domicilios… “Voy a continuar hasta que el mundo entero sepa y vea nuestra lucha. Lo único que queremos es volver a nuestra tierra en paz”.
Posteriormente, se daba paso al turno de preguntas, y finalizaba la conferencia con un video de Sultana Jaya, en el que además de agradecer a CEAS la organización de este acto, y por todo el trabajo que viene realizando a lo largo de tantos años en la defensa de la causa saharaui, puso de manifiesto el importante papel de las mujeres saharauis y en este caso, a las que están en la diáspora, animándolas a continuar en la lucha.