Marruecos presiona a Pedro Sánchez y a su Gobierno, para que mantenga el tradicional apoyo del Estado español al nuevo Acuerdo pesquero con la Unión Europea sobre las aguas territoriales del Sahara Occidental
Un alto cargo político y diplomático del anterior Gobierno del PP, nos comentaba directamente y sin ningún “miramiento” no hace mucho tiempo, que no firmaba, ni firmaría nunca nada que defendiese los derechos humanos en el Sahara o que criticase la intransigencia marroquí en la búsqueda de una solución justa y definitiva…”NOSOTROS NO HAREMOS NADA QUE PUEDA MOLESTAR A MARRUECOS SOBRE EL SAHARA, PORQUE ESTAMOS EN SUS MANOS…Y NOS INDUNDARÍAN CON MILES Y MILES DE INMIGRANTES”.
Esta es la verdad, si a cualquier Gobierno se le pudiese ocurrir en su día, pedir algo, aunque fuera mínimo, en la búsqueda de una solución justa y definitiva para el conflicto del Sahara Occidental, la presión de Marruecos sería, como está siendo incontrolable.
Si la avalancha migratoria ha sido tolerada o incluso alentada desde Rabat, ¿con qué propósito lo ha hecho? Las autoridades marroquíes han querido recordar al nuevo presidente Pedro Sánchez que no se separe de la política tradicional del Estado español, que independientemente del Gobierno de turno, han apoyado la ocupación del Territorio, alentando su intransigencia a la hora de sentarse a buscar una solución negociada que respete la Legalidad internacional. Si se aparta del tradicional respaldo brindado a Marruecos habrá consecuencias imprevisibles.
Rabat requiere de la ayuda de la diplomacia española para, entre otras cosas, la negociación que lleva a cabo con Bruselas con vistas a la firma de un nuevo acuerdo de pesca que sustituirá al que vence el 14 de julio. Pretende que el nuevo tratado le reconozca, en alguna medida, su jurisdicción sobre el Sahara Occidental pese a que dos sentencias sucesivas, la última de febrero, del Tribunal de Justicia de la UE han estipulado lo contrario. Los abogados del Frente Polisario presentaron además el viernes un recurso ante el tribunal contra el mandato negociador dado la Comisión Europea por los 28 Estados miembros porque, según ellos, incumple el fallo.
Rabat está empeñada en que el nuevo tratado reconozca de alguna forma su jurisdicción sobre el Sáhara Occidental y sus aguas. Cuenta para ello con España y Francia cuyos abogados ya batallaron junto a Marruecos en el tribunal. La reactivación de la inmigración es una forma de recordarles que deben seguir apoyándole en esta delicada negociación. El Polisario anunció el viernes que sus abogados impugnarán ante el TJUE el mandato negociador dado por los Estados miembros de la UE a la Comisión Europea para que negocie con Rabat.
España, la Unión Europea debe negociar directamente la explotación de los Recursos naturales del Sahara Occidental y sus aguas adyacentes, con el Frente Polisario, único y legitimo representante del pueblo saharaui, apoyando además los esfuerzos del enviado personal del Secretario General de la ONU Horst Köhler, en las negociaciones necesarias y urgentes en la búsqueda de una solución justa y definitiva al conflicto.
El Estado español, miembro de la UE, de la OTAN, cuarta potencia industrial de Europa…no debe seguir aguantando el “chantaje” por parte del nuestro vecino del Sur. No se puede aceptar que las relaciones con Marruecos –cuya importancia estratégica para España debe valorarse y subrayarse, en cuanto que es una de las prioridades de nuestra política exterior- se usen como pretexto para encubrir y silenciar una situación y unos hechos que desafían y conculcan los más elementales derechos humanos y las normas básicas del derecho internacional.
Por supuesto, que nosotros no estamos en contra de abrir las puertas a la emigración hacia España y la UE, como una forma de solidaridad con un Continente Africano, que ha sido esquilmado y maltratado desde hace siglos. De lo que estamos en contra es de utilizarlo como “arma” arrojadiza contra nuestra Nación con otros fines inconfesables.
Permanente de CEAS Sahara