Desde hace cuarenta y ocho años, nuestra tierra ha abierto sus puertas cada verano a niños y niñas saharauis que viven en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia). Esta acogida, que forma parte del programa Vacaciones en Paz, ha sido posible gracias a la solidaridad y generosidad de numerosas familias. Gracias a este programa, estos menores reciben atención médica, mejoran su alimentación, refuerzan su aprendizaje del español y participan en diversas actividades que contribuyen a su bienestar.
La presencia de estos niños y niñas entre nosotros nos recuerda, año tras año, la realidad de su pueblo y la ocupación ilegal que persiste sobre el Sahara Occidental por parte de Marruecos. Este territorio, ubicado frente a las costas canarias, sigue siendo objeto de reivindicación legítima por parte del pueblo saharaui, siendo España, según los organismos internacionales, la potencia administradora y, por tanto, el principal responsable de la situación.
A pesar de los compromisos internacionales y la implicación del Consejo de Seguridad de la ONU, el proceso de descolonización del Sahara Occidental, pendiente desde el retiro de España en 1975, sigue sin completarse. Los intentos de llevar a cabo un referéndum de autodeterminación han sido obstaculizados por Marruecos, reavivando el conflicto armado y perpetuando la represión contra los saharauis, quienes, hasta hace 50 años, eran ciudadanos españoles.
En este contexto, desde CEAS lamentamos profundamente el reciente cambio de postura del Gobierno español, que ha pasado de apoyar tradicionalmente la independencia del Sahara Occidental a aceptar la ocupación marroquí. Este giro supone una cesión del territorio al régimen marroquí, donde los derechos humanos de los saharauis están siendo vulnerados de manera sistemática, con detenciones, encarcelamientos y expulsiones.
Hacemos un llamado al presidente del Gobierno para que recupere la posición histórica de España en favor de la autodeterminación del pueblo saharaui y apoye la culminación del proceso de descolonización del Sahara Occidental, en cumplimiento con las resoluciones de Naciones Unidas y el derecho internacional. Asimismo, solicitamos que el Gobierno no ceda ante las presiones de la dictadura marroquí y se comprometa con la defensa de los derechos humanos, tal y como lo hace en otros conflictos, como el de Palestina.
¡Viva el pueblo saharaui!
¡Viva el Sahara independiente!