El 27 de febrero de 1976 el Consejo Nacional saharaui, tras la autodisolución de la Yemaá, junto con el Frente Polisario proclamaban en Bir Lehlu la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Nacía la RASD mientras que España abandonaba vergonzosamente el territorio y lo entregaba a Marruecos y Mauritania tras la firma de los Acuerdos Tripartitos de Madrid.
46 años después, aquella república nacida en un pozo en mitad del desierto ha sido capaz de construir un Estado que gobierna una población de alrededor de 173.000 personas, en las difíciles condiciones del exilio y el refugio.
La RASD cuenta con tasas de alfabetización, educación y servicios a la altura, sino por encima, de muchos países africanos. Ha sido capaz de resistir todos los intentos de silenciar el conflicto por parte de los países más potentes del mundo y ha defendido y defiende, desde el Derecho internacional y la Justicia, pero también desde las trincheras cuando ha hecho falta, su derecho inalienable y reconocido por las normas internacionales, a la libertad, libre determinación y la independencia.
Esta república, que, hasta la actualidad, ha sido reconocida por 84 países de todo el mundo, mantiene embajadas en muchos de ellos y es miembro fundador de la Unión Africana, en cuya carta fundacional se respetan las fronteras heredadas del colonialismo y se condena la violación de estas por terceros países, como está haciendo Marruecos desde el año 1975.
El Frente Polisario, como Movimiento de Liberación Nacional, está reconocido internacionalmente como representante legítimo del pueblo saharaui. Recientemente el Tribunal General de la Unión Europea, reafirmaba este hecho considerándolo un tercero como representante del pueblo del Sáhara Occidental.
En todos estos años, los diferentes Gobiernos de España no han querido arreglar el despropósito de 1975, facilitando la descolonización de un territorio del que España sigue siendo la Potencia Administradora, y liderando en la comunidad internacional el referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui.
Lamentablemente, la dejación de la comunidad internacional para hacer cumplir sus resoluciones, la impunidad del ocupante marroquí para explotar los recursos del territorio ocupado, con la complicidad y silencio de la comunidad internacional y de sus empresas, y la inoperancia de España como administradora que debería asegurar el correcto proceso de descolonización del territorio de acuerdo con la voluntad de sus habitantes, nos ha llevado a la rotura del alto el fuego, vigente desde 1991, y la vuelta a las hostilidades militares, con sus consecuencias de muertes, heridos y dolor.
Hoy, 27 de febrero del 2022, el movimiento solidario del Estado español con el pueblo saharaui EXIGIMOS, junto a todas las personas que creen en la justicia universal, los derechos humanos y la libertad de los pueblos:
- La anulación inmediata, por parte del Gobierno español de los infames y no reconocidos por la comunidad internacional, Acuerdos Tripartitos de Madrid.
- La acción decidida del Gobierno de España para facilitar una solución definitiva del conflicto mediante la celebración del referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui.
- El cumplimiento de la sentencia del Tribunal General de la Unión Europea y el fin de la participación de empresas españolas en el expolio ilegal de los recursos naturales del Sahara occidental.
- La propuesta de sanciones económicas y políticas al Reino de Marruecos por incumplimiento constante de las resoluciones Internacionales y del Plan de Arreglo, aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 1990.
- El reconocimiento del estatus diplomático de la representación del Frente Polisario en España como primer paso hacia el reconocimiento de la RASD por parte del Gobierno español.
Como La Unión Africana, como 84 países de todo el mundo, CEAS-Sahara reconoce a la RASD, ¿y tú?
CEAS-Sáhara
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