El programa de acogida de niños y niñas saharauis, “Vacaciones en Paz”, cumple 40 años

LES QUEREMOS YÁ EN SU TIERRA

En 1979 comenzó un programa solidario para librar a los refugiados más pequeños de las altas temperaturas estivales de los campamentos y establecer un vínculo afectivo imborrable entre familias españolas y saharauis.
Cuatro décadas después apelamos a la solidaridad de más familias españolas para que todos los niños y niñas puedan pasar un verano fuera del desierto, antes de volver a su tierra.

El calor sofocante del desierto no las derrite. El viento del siroco no las arrastra cuando sopla. El enemigo ocupante no las puede borrar. Hablamos de las ilusiones y sonrisas de los niños y niñas saharauis, que resisten, inocentes y limpias, en un lugar inhóspito e injusto que no es el suyo.

Los saharauis más pequeños crecen y pasan su infancia en los campamentos de población refugiada desde hace 44 años. Son ya demasiadas generaciones que no conocen su tierra, el Sahara Occidental. Es una situación muy dura, que se hace especialmente complicada durante los meses de verano, cuando el calor en la hammada argelina resulta insoportable, con temperaturas por encima de los 50 grados.

Para paliar esta situación, al menos durante los calurosos meses estivales, nació, hace ya 40 años, el programa solidario “Vacaciones en paz”. Fue en 1979 cuando se acogió por vez primera a un niño o a una niña saharaui en el seno de una familia española. Ojalá algún día dejemos de acoger niños y niñas saharauis, pues eso significaría que el Sahara es reconocido como un país libre e independiente.

No obstante, es preciso remarcar que corren momentos difíciles para el programa. Estamos lejos del número de niños y niñas que se acogían anualmente tiempo atrás. Tanto la crisis económica que afectó a muchas familias de acogida como la falta de subvenciones municipales, que ayudaban a dichas familias a sufragar la llegada de los niños y niñas, ha mermado el número de participantes. Esto tiene consecuencias: niños y niñas no han disfrutado en los últimos años de sus vacaciones en España.

Queremos agradecer el esfuerzo que realizan muchas familias un año más.

Queridas amigas y amigos, las y los saharauis son NUESTROS REFUGIADOS, fue el Estado español el que incumpliendo todas las promesas hechas al Pueblo saharaui, de respetar su derecho a decidir libremente su futuro, de la noche a la mañana, les abandonó, les traicionó, y les entregó atados de pies y manos a la invasión marroquí. No obstante después de tantos años de ocupación, están demostrando al mundo su determinación, unidad y resistencia, en su lucha por su libertad e independencia, y se han sabido sobreponer y afirmar su identidad nacional.

Actualmente sigue presente la deuda que España contrajo con el pueblo saharaui, y sigue siendo la asignatura pendiente de nuestro país. Ningún gobierno de la democracia ha asumido la responsabilidad que todos tenemos hacia este pueblo hermano, y ha completado la descolonización que dejamos sin concluir; siendo responsables, en parte importante, de su dolor y sufrimiento durante todos estos años.

Hacemos un llamamiento a que nuevas familias den el paso y acojan a una niña o a un niño saharaui, librándoles de la vida en los campamentos en julio y agosto. No se arrepentirán del hermoso lazo afectivo que se creará, ya para siempre, entre una familia española y una saharaui.

CEAS-Sahara
Verano 2019